jueves, 29 de marzo de 2012

Imperfectamente perfecta.


-Descríbeme con una palabra -¿Tonta? -Venga, no me vaciles, prueba. -Empieza tú primero. -Está bien, pero sólo si tú me lo dices. -Oc, comienza. -Divertido. -¿Sólo eso? -Cariñoso y especial. -... -¿Qué? Ya está. Te he descrito en en tres palabras cuando debería ser solo una. -Vaaaaaale. -Te toca. -¿Qué? -Que te toca, no te hagas el loco y dime. -Eres una chica alocada, de esas que no te importa lo que diga la gente sobre ti, te da igual lo que comenten, lo que murmullen y en que tono lo comenten. Una chica rebelde, siempre quieres hacer las cosas como tú quieres y si no se hace a tu mantera, te enfadas. Una quejica, te quejas de todo y por todo y siempre enfada, que por cierto, me encantas cuando te enfadas, estás mas guapa. Una malcriada, si quieres algo lo quieres ¡AHORA! Y te da igual lo que tengas que hacer con tal de conseguirlo. Un poco egocéntrica, algunas veces solo miras por ti misma y ni te quieres dar cuenta de como se sienten los demás cuando dices algo que les sienta mal, no eres nada empática. Siempre quieres llamar la atención, te da igual como, el caso es que el centro de atención seas tú. En cambio, cuando sabes que la has cagado hasta el fondo, sabes pedir perdón, eso sí, te cuesta, y aun que te cueste, lo haces. -... -Creo que ya he terminado. -Todo lo que me has dicho son cosas negativas. -Sí. -¿Entonces... No tengo nada bueno? -Sí lo tienes -¿El qué? -Que todo eso te hace ser... -¿Ser qué? -Bueno... -¿SER QUÉ? DÍMELO. -Ser perfecta. -¿Qué? -Eres perfectamente imperfecta, y eso me encanta. -¿Sabes lo que me encanta a mí? -Dime. -Tú. -Ahora sí, eres tonta. -Cállate y bésame, anda.

Date cuenta.


Aquí sigo yo, echándote de menos y haciendo lo imposible para no perderte, para que no te alejes de mí ni un solo instante ¿No entiendes que sin ti la vida no tiene sentido? Ya no es que te quiera a mi lado, es que te necesito a mi lado. Cada segundo que pasa noto como te alejas cada vez más y más. Cada segundo más lejos de mí. Cada segundo sintiéndote menos. Cada segundo pensando en que no te voy a volver a ver, no te voy a volver a abrazar, besar, morder, hacer rabiar. Cariño ¿No te das cuenta de lo importante que eres para mí? Eres jodidamente perfecto.

sábado, 24 de marzo de 2012

miércoles, 21 de marzo de 2012

'Si tú eres un pájaro, yo soy un pájaro'

Hoy te vuelvo a echar de menos. Necesito tus labios, esos tan carnosos que me apetece morder. Tu mirada, esa que me hace grande. Tu sonrisa, esa que te sale tan natural y que me encanta porque es provocada por mí. Tus tonterías de niño pequeño, esas que solo haces conmigo para que me enfade y que ese enfado me lo quites de un beso, un beso de esos inesperados que quitan hasta el aliento. Tu locura me mantiene viva y siempre con una sonrisa en la cara. Hoy necesito estar contigo, notar que me abrazas, que me besas, sentir que estás ahí. Que sin ti no puedo vivir.

martes, 20 de marzo de 2012

Eres único.


Tu sonrisa tiene todas las papeletas para hacerme feliz. Tus ojos tienen el secreto de hacerme ver lo que nadie me ha echo ver en la vida. Tus labios tienen lo suficiente para que me entren ganas de besarlos. Tu voz consigue que me sienta especial. Tu forma de ser hace que sonría. Tu chulería me atrae demasiado. Tus tonterias hacen que me entren ganas de morderte. Tu locura hace que disfrute de cada momento contigo.

lunes, 19 de marzo de 2012

Deberías saberlo ~


Besos. Caricias. Abrazos. Mordiscos. Enfados. Piques. Tonterías. Estar contigo es como estar en el paraíso. Tus tonterías de niño pequeño me hacen sentir especial, única, afortunada... Tuya. Cada vez que te miro a los ojos es como evadirme del mundo. Cada vez que te abrazo es como si toda la mierda de este mundo se esfumara. Besarte es como escuchar mi canción favorita, que aun que la escuchas una y otra, y otra y otra vez, no te cansas de escucharla nunca. Para mí eres totalmente perfecto, deberías saberlo.

Y así hasta siempre.



Quiero que me despiertes cada día con un 'buenos días, princesa' y si no tengo ganas de levantarme, que me hagas cosquillas hasta sacarme una sonrisa seguida de un beso. Para desayunar, una buena ración de besos con un par de abrazos. Quiero que cuando me vaya a vestir y esté indecisa me digas al oído 'Estás preciosa con lo que te pongas' y que me des un beso en el cuello. Cuando me maquille quiero que me digas 'No lo necesitas' y me des un mordisco en la cara, de esos que duelen pero de tanto sentimiento. Antes de salir por la puerta, quiero que me cojas por detrás, que me pongas mirando hacia ti y me robes un beso, de esos que quitan hasta el aliento. Nada mas volver a casa, ponerme el pijama para echarme una siesta contigo, a tu lado. Al despertarme y ver que no estás a mi lado, alterarme, buscarte por toda la casa hasta llegar a la cocina y ver una nota que ponga 'Te hice la merienda antes de salir de casa. Te quiero :)'. Hacer los deberes y mientras pensar en ti al compás de nuestra canción, esa cancion que sonaba cuando nos dimos nuestro primer beso. Que den las tantas estudiando, llamarte y que me digas que no me preocupe, que ya estás llegando a casa. Al volver a casa que tengas la cena echa. Cenar. Hablar sobre lo que ha pasado durante el dia, informarme de todo lo que te pasa, tus preocupaciones, tus alegrias, tus tropiezos... Todo. Al terminar de cenar, sentarnos un rato en el sillón para ver la televisión y mientras, que yo te esté abrazando, sentir tu colonia, mi favorita, esa que tanto me gusta y que solo te la pones por eso. Y al fin, irnos a la cama, dormir abrazados y que antes de caer dormida me susurres al oído 'buenas noches princesa'. Si no es contigo, pues con nadie.

Dicen que enamorarse ya pasó de moda

No me hables de amor que yo no creo en nada de eso. Dicen que el amor es como una emisora: Que si es bueno se mantiene en sintonía, pero que en algún momento llega la monotonía, y se sufre, se llora y muy poco se ríe y así pasas lo días hasta que el amor se termine.

Shit.

Eres como un vicio: Piensas que no te gusta, sientes curiosidad y lo pruebas, un poquito hoy, un poco mañana, un mucho pasado mañana, un demasiado al día siguiente, un bastante el día de después y así, cuando menos te das cuenta, ya te has enganchado. Cuando ya te has concienciado de que te has enganchado, intentas desengancharte. Te pones una meta. Algunas cosas son malas si lo haces todo de golpe, pero piensas que en este momento es mejor hacerlo así. Bien, empecemos. Empecemos por dejar de mirar tus fotos, cuanto hace que no te conectas y que chicas te hablan y como te hablan. Se te escapa alguna ojeada para mirar su principal… Es todo lo que siempre deseabas, es guapo, inteligente, ese aire despreocupado que tanto te gusta, parece que no pero le preocupa casi todo… No no, sigamos con el plan. Si le ves conectado, tú no vas a empezar la conversación y si pasa de ti, mejor, un problema menos. Al día siguiente. Te olvidas de esas metas que te propusiste. Te olvidas de no ver sus fotos, hace cuanto que no se conecta, las chicas con las que habla por comentarios, como le hablan y lo más importante, como las responde él. Te olvidas de si le ves conectado, no empezar tú la conversación. Te olvidas de todo. Te das cuenta que es necesario para vivir. Que sin hablar esos segundos, minutos, horas, con él, te falta algo, te sientes vacía. Cada día esas sensaciones crecen ¿Por qué? Él no hace nada del otro mundo. Él está siendo como es. No tiene nada que otros días no haya tenido. La situación empeora. Tú primer pensamiento cuando te levantas es para él. Cuando estás en clase, pintas en los libros, pero no te das cuenta de que pones su nombre o sus iniciales. Nada más llegar a casa, comes corriendo y te conectas para ver si tienes algún privado suyo para respondérselo cuanto antes. Decides hacer los deberes, bien, terminados, ahora de estudiar… ¡Oh oh! Hoy tampoco puedes estudiar, estás pensando en él, ya sabrás a quien echarle la culpa cuando suspendas el examen. Estás horas y horas en el ordenador para ver si hay alguna señal suya. Te duchas y cenas corriendo para volver al Tuenti, haber si tienes suerte esta vez. Antes de irte a dormir te lavas los dientes, te los cepillas, te los enjuagas y te miras en el espejo, sonríes. Te vas a dormir, te pones un poco de música para relajarte. Caes dormida, pero el último pensamiento del día es para él. Al día siguiente te levantas. Poco a poco, se va haciendo costumbre este ritmo de vida. Una rutina, buena en algunas ocasiones y desgraciadamente, mala. Hasta que un día te paras a pensar un momento y te dices a ti misma: ‘¡MIERDA, ME HE ENAMORADO!’.

*

-¿Qué te pasa?
 +Nada ¿Por qué?
-Porque te conozco y sé cuando te pasa algo y cuando no.
 +Pues esta vez estás equivocada.
-Es él ¿Verdad?
 +… Sí…
-Estoy cansada de que estés así por su culpa.
 +Yo no puedo hacer nada.
-Sí puedes y te lo diré ahora mismo.
+Está bien…
-Olvida su nombre. Olvida su cara. Olvida esos ojos que tanto te gustan. Olvida su forma de caminar con ese aire despreocupado. Olvida esos momentos en los que te saludaba. Olvida cuando te sacaba la lengua. Olvida esas noches hablando durante horas y horas. Olvida cuando se enternecía contigo. Olvida cuando te llamaba ‘guapa’ y ‘preciosa’. Olvida cuando te decía que tenías una sonrisa preciosa y unos ojos encantadores. Olvida las veces que se esforzaba por ser más amable contigo. Olvida cuando te decía que eras como pocas y que eso te hacía más especial... Olvídate de él. Tú eres única y sabes que te mereces ser feliz y no sufrir por nada ni nadie. Eres muy especial. No dependes de nadie. Juzgas por ti misma y no te dejas guiar por lo que dice la gente. Eres muy fuerte por sufrir cosas que, por ejemplo yo, no sería capaz de soportar. Lo que más aprecio de ti es que te sacas todo lo malo, cuando todo lo que dices no tiene ni pies ni cabeza, y aun así sigues para adelante. Te prefiero mil veces así antes de que seas prepotente y que te creas mucho. No eres rara. Eres diferente y por eso te quiero, por que no va a haber nadie, en este mundo, que sea como tú.
 +Sabes que no te creo.
-Lo sé, de sobra.
+Entonces… ¿Por qué sigues repitiéndomelo una y otra vez?
-Por que yo, a diferencia de otras, quiero lo mejor para ti y quiero que seas feliz. Por que te mereces todo lo contrario a lo que soportas día a día.
+Gracias.
-¿Por qué?
+Por ser tú. Por ayudarme en todo. Has sido, eres y serás siempre el mejor apoyo que tuve, tengo y tendré. -No tienes porqué darlas.
+Sí tengo porqué. Sabes perfectamente que no te haré caso de nada de lo que me has dicho y aun así sigues insistiendo.
-Por que eres mi mejor amiga y recuerda: Yo siempre te querré.
+Te quiero.
Esa tímida sonrisa que me sale solo con mirarte. Esos nervios que me entran cuando espero a que me saludes o me hagas algún gesto tonto. Esa manera en la que me miras. Esos momentos en los que me monto mis películas yo sola, imaginando que te tengo a mi lado, poco a poco te acercas a mi, me acaricias la cara con ternura y siento un pequeño escalofrio, te acercas más, te tengo a un centímetro de distancia y finalmente, cuando te voy a besar… Despierto de golpe. ¿Es que no te das cuenta de que no quiero que te separes de mí? ¿De que necesito ese giño de ojos y esa sonrisa? Que sin ti, me falta algo, que necesito tenerte cerca, sentirte, sentir tu abrazo... Pasa el tiempo, tic tact tict tact, miro de un lado a otro y no te encuentro. Es algo químico que se apodera de mí.

Cuántas veces.

Cuántas veces me habré tumbado en mi cama mirando al techo, pensando en por qué te quiero tanto, por qué eres el único que me hace sentir especial, por qué no merezco una oportunidad... Cada vez que pienso en por qué ella y no yo, no puedo evitar que una lágrima salga de mis ojos y acabe en el final de mi mejilla. Porque un beso tuyo, para alguien no signifique nada, pero para mí lo significa todo. Quiero volver a sonreir y que la razón de mi sonrisa seas TÚ. Quiero que me cojas de la mano. Quiero que me cojas en brazos. Quiero que me hagas cosquillas. Quiero ser solo tuya. La niña de tus ojos. Esa por la que morirías. Esa a la que defenderías de cualquier cosa. Esa a la que cuando veas triste hagas todo tipo de tonterías para sacarla una insignificante sonrisa que para ti lo sea todo. Esa a la que callaras con un beso. Y hoy quiero gritarle al mundo que te quiero. Que quiero ser yo la única que sea capaz de hacerte feliz. Pero… ¿Qué son unas insignificantes palabras comparado con lo que siento? No son ni una milésima parte de lo que siento por ti. Que cada vez que me dices que me quieres siento que soy la más afortunada del mundo. Siento que puedo tocar el cielo con los dedos. Hasta me imagino que todo lo que deseo se convierte en realidad, pero pienso eso...Cuánto ¿Un minuto? Tal vez menos ¿Un segundo? Sí, por que después de que transcurra ese segundo de gloria, vuelvo a la realidad y veo que la quieres más a ella, que es ella la niña de tus ojos y no lo soy yo. Ahí es cuando me derrumbo, no me quedan fuerzas y lo único que se me ocurre es arrodillarme en el suelo. Sola. Acompañada nada más que de mis lágrimas que se derraman una a una. Es irónico que crees que lo eres todo para una persona y en verdad solo eres una parte de su vida ¿no? O peor, creer que lo eres todo para una persona y en cambio lo es otra.