-Dime tres cosas que odies de ti.
-¿Solo tres? -Venga anda, no seas tonta. -Esta bien... Por dónde
empiezo... Soy muy orgullosa, siempre quiero quedar por encima de los
demás ya que nunca lo hago, pero también porque quiero ver a quién
le importo y a quien no, es decir, quien me pide perdon cuando tiene
que hacerlo y cuando no. Soy muy borde, no me cae bien nadie, solo
unos cuantos. Soy una malcriada y una irrespetuosa. Cuando estoy
enfadada siempre la pago con el primero que se me cruza y siempre
'escupo' palabras sin pensar. Soy odiosa, es muy raro que haya gente
que me quiera, ya que soy muy repugnante, repelente y asquerosa. Una
sinvergüenza, siempre hago lo que quiero y cuando lo quiero, siempre
y cuando me lo pueda permitir. Una desagradecida, no me gusta dar las
gracias, pero tampoco me gusta que no me las den cuando me lo
merezco. No soy nada empática, no porque no quiera entender a los
demás, si no porque no me sale serlo. Egocéntrica, prefiero lo
mejor para mí antes que para los demás, dentro de veinte años
nadie me va a agredecer nada ni me va a dar de comer, nada mas que
yo. Narcicista algunas veces. Soy muy vengativa, si me joden, jodo
por dos. Soy de las personas más irresponsables del planeta. Soy muy
vaga y así me va en cualquier cosa. No tengo fuerza de voluntad, por
eso no hago nada. No me acepto físicamente porque sé que una que
hay peores que yo, tambíen hay mejores, mucho mejores. No valgo
nada, si valiera para algo, me lo harían saber. No soy nadie para
nada ni nadie. Soy muy caprichosa, lo quiero todo y lo quiero ¡YA!
No me vale más tarde o dentro de un tiempo. Soy muy envidiosa y muy
celosa. No me gusta depender de la gente y que la gente dependa de
mí. Fumo. No me gusta mostrar mis sentimientos porque pienso que
solo les estoy facilitando maneras para joderme. No se me ocurre más,
pero seguro que hay más adjetivos calificativos despectivos con los
que vayan acorde conmigo. -Eres perfecta. -¿Qué? -Eres
imperfectamente perfecta. -Pero yo... -Cállate anda. -Pero...
-Cállate y bésame.
Enciérrate en tu habitación, baja el volumen de la realidad y sube el de la música.
lunes, 9 de julio de 2012
domingo, 8 de julio de 2012
La decisión de tu vida.
La sociedad nunca te aceptará si eres, como ellos dicen, un bicho raro. Yo prefiero llamarlo ser diferente ¿De qué te sirve ser igual que los demás cuando no eres feliz contigo mismo? Por tener miedo a ser apartado, te conviertes en cualquier cosa, en los que ellos te piden que seas. Pasas a ser su marioneta. No me considero un bicho raro, pero sí alguien diferente ¿Por qué? Porque mientras el resto se preocupa por ser ese prototipo que, supuestamente, debes de seguir para ser alguien en la vida, yo me preocupo por ser yo misma. La sociedad te echará a un lado solo porque en vez de una camisita y unos pantalones de vestir, llevas una camiseta de el primer disco de los Guns N' Roses en la que aparecen cinco calaveras representando a los componentes del grupo y unos pantalones pitillos con unas Vans. Tus amigos te llamarán raro solamente porque te quieres rapar el lado izquierdo de la cabeza y teñírtelo de cualquier otro color que no sea el tuyo. Tu familia, por mucho que te quiera, no terminara de aceptarte ¿Por qué? Porque no escuchas música, escuchas 'ruido', no te relacionas con los compañeros de clase porque ellos mismo te apartan y porque tienes una forma de ser 'rara'. Ahí es cuando te das cuenta de que nadie te comprende y estás solo en el mundo. No sabes qué hacer, qué decisión tomar en cada instante, a dónde ir... Mientras tanto, las críticas aumentan cada día que pasa y vas perdiendo el significado de la palabra 'autoestima'. Te das cuenta de que por mucho que tus amigos de verdad quieran ayudarte y te digan que están a tu lado, sigues sintiéndote solo e indefenso ante toda la mierda social. Pasan los días y piensas en que todo puede acabar con un simple movimiento en falso, el suicidio. No eres capaz de suicidarte, pues no tienes el valor suficiente, pero sí empiezas a autolesionarse para calmarte. Comienzas con un corte y acabas en el hospital con la mitad del cuerpo cortado. No sabes qué más hacer. Quieres que todo acabe. Que toda tu mierda termine. No piensas en como puede sentirse la gente de tu alrededor, pues nunca te entendió ni mostró interés por ti. Ahora, eres tú el que decide: Recuperarte de todas las maneras posibles o acabas con todo con un simple movimiento, no hace falta especificarlo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)